Había una vez una familia que vivía muy feliz en su casita en
San Juan en argentina. Esta es una familia como todas: se quieren mucho,
comparten alegrías, tristezas y dificultades que tienen que enfrentar. A veces
se llevan bien y a veces tienen alguna discusión... Filomena es la mamá, y
todos los días se levanta muy tempranito para preparar el desayuno a sus hijos
e hijas antes de ir a la escuela. En esos días, ella andaba muy preocupada
porque a pesar de todos sus esfuerzos, no sabía cómo iban a hacer para tener
suficiente comida y ropa.
Una mañana vino su comadre, Juanita. Hablando, hablando, Filomena le comentó su preocupación por los problemas económicos. - A lo mejor voy a tener que sacarles de la escuela...
- Noooooo, no vayas a hacer eso. Ahora me estoy acordando de una señora que es mi amiga allá en Asunción, que me dijo que quería una nena para ayudarle en las cosas de la casa...¿Por qué no le hablo para que se vaya tu hija Vicenta a vivir con ella?, dijo Juanita. –
Filomena se quedó pensando en la propuesta de su comadre. Realmente podría ser una gran cosa paraVicenta, asegurarle sus estudios y que pueda estar mejor. "En Asunción seguro que va a vivir en una casa grande, de material...va a hablar bien. Ella es guapa y también inteligente...todas las cosas de la casa ya sabe hacer...", piensa.
Pero también, su corazón de mamá le hace tener algunas dudas..."Va a estar solita...¿quién le va a defender?.... La señora le ha de cuidar... pero, ¿y si no le tiene paciencia?"
- ¿Qué hacemos? - dijo Filomena a Natividad, su hija mayor -
A mi cada vez más me preocupa sacarle una oportunidad a esta criatura...con lo mal que andamos....
- Sabés má, acá nos tiene a nosotros, tiene el amor de su familia, que es más importante que cualquier otra cosa. Además, antes de los 14 años no se debe trabajar, porque tiene que estar estudiando, jugando y disfrutando del cariño de su familia.
Hija, yo te entiendo, pero entendéme vos a mí...¿y si no tengo nada ni para darles de comer?, ¿Y si dentro de un mes le tengo que sacar de la escuela? ¿eso acaso no es perjudicarle también, si no aprovechamos ahora?
-Yo sé que vos querés lo mejor, pero ahora que me explicaron en el colegio te puedo asegurar que lo mejor para mi ñaña es quedarse acá.- dijo la hermana mayor. Además con la Ley nueva que se llama el Código de la Niñez y la Adolescencia. Allí por ejemplo habla de los adolescentes trabajadores, que son los que ya cumplieron 14 años y dice que no pueden trabajar más de 4 horas al día.
Y eso es en el caso del TRABAJADOR, que recibe un salario. A
Vicenta no le van a pagar, ni tiene edad y seguro que le van a hacer trabajar
todo el día.... Tenemos derechos y obligaciones, pero qué va a saber ella, si
es una criatura. Los más grandes tenemos que decidir por ella... reflexiona un
poco por favor má.
Filomena, mientras, miraba a Vicenta que jugaba feliz con sus amigos ayudando a cargar las piedras en las carretillas pensaba..:"Toditos son sus compí, están juntos en la escuela...¡se entienden tanto!!!"
A la tarde aprovechó para contarles lo que le propuso Juanita...
- Yo no me quiero ir - dijo Vicenta. -
¿Ni si te vas a ir a una escuela más linda? preguntó su hermanito Julio. - No. -
¿Ni si vas a tener una
casa grandota y muchísisima comida?, preguntó su hermanita Mirta. – No
- Pero si vas a tener una pieza, vas a ver la tele. Te van a comprar ropa... dijo Pablito. - No. -
¿Y por qué? - preguntó su mamá -¿Te
acordás de mi compañerita Ernestina que se fue así, para estudiar? Después de
mucho tiempo vino a su casa...A su mamá no le contó, para no preocuparle, pero
a mí sí...Todo el día tenía que trabajar, nadie luego le ayudaba, casi no tenía
tiempo para estudiar, le pegaban y ella nada no podía decir. Además, igual
nomás ella era pobre en una casa de ricos, porque ni su comida era igual, ni le
cuidaban, ni le querían... No me gusta eso. Quiero estar acá, con mi familia,
voy a ayudarles...yo sé que vamos a poder salir adelante.
-Cierto... Difícil es nuestra vida, pero les prometo que
vamos a hacer todo lo que podamos para estar siempre juntos, aquí, en nuestra
comunidad... dijo Filomena con los ojos llenos de lágrimas...
Vicenta...me pareció que podía ser algo bueno, pero veo que no. Lo mejor para vos es estar acá, con tu familia, así como dijo Nati. No te preocupes, no te voy a mandar a ningún lado y menos todavía si no querés.
Y
mientras oscurecía, se abrazaron muy fuerte, porque se quieren mucho, a pesar
de las peleas, a pesar de las discusiones, gracias al cariño, gracias a la
fuerza que se dan para seguir aprendiendo y creciendo juntos, en FAMILIA.